Evita el contacto prolongado con agua caliente, productos abrasivos y el uso excesivo de las uñas como herramienta. Hidrata las cutículas a diario y vuelve al centro cuando notes desgaste.

Es vital evitar el sol y autobronceadores antes; después, hidratar bien y proteger la piel del sol.

Se aconsejan sesiones cada 1-2 años. Los resultados finales se aprecian progresivamente, de 2 a 3 meses post-tratamiento.

La durabilidad depende del tipo de piel y pigmento. Evita la exposición solar directa y sigue las indicaciones post-cuidado.